A través del movimiento consciente y con sentido, la danza es una herramienta que aporta a la conexión con el ser, que además al adentrarse al conocimiento de la danza folclórica colombiana, se crea un equilibrio entre la conciencia personal y colectiva entre la persona, la familia, la cultura y la sociedad.

¿Cómo el proceso formativo de Matices Corporación Dancística sigue moviéndose por la vida durante estos 10 años? Bueno, el proceso de formación cuenta con bases muy sólidas, pues se tiene como prioridad aportar al fortalecimiento de las habilidades para la vida, al pensamos acciones que permitan intencionar el sentir, el pensar, el reflexionar y el expresar desde el arte, en este caso; la danza, una forma de entregar los saberes para generar aprendizaje experiencial, activo, participativo y crítico, de modo que se logre una exploración del propio cuerpo y desde los demás cuerpos, los sentires y las singularidades, como aporte importante para el bienestar físico y mental de los y las participantes.

Moviéndonos por la Vida

La pedagogía experiencial desde la danza

Este modelo de pedagogía experiencial nos invita a ser parte de un contexto real y a vincularnos desde el acto creativo y educativo intencionado, para que tanto las y los estudiantes, como el equipo de formación, desarrollen habilidades sociales y personales, se reconozcan desde sus particularidades y comprendan la importancia de una convivencia respetuosa, asertiva y empática, en tiempos en donde es urgente compartir espacios de manera presencial para construir juntos.

Dentro de este orden de ideas, esta propuesta pedagógica la hemos pensado en un espacio más allá del encuentro solo para aprender unos pasos, si no que se ha ido convirtiendo en un lugar seguro para la participación y la convivencia; un momento del día para una experiencia particular que otras personas no pueden ver ni sentir, pero que constantemente está generando transformaciones en cada estudiante que se sensibiliza desde la danza y las diferentes manifestaciones artísticas, marcando la diferencia y tejiendo comunidad con acciones a favor de ellos y ellas, quienes pueden descubrir y desarrollar habilidades, afinidades y sueños. Y aunque como bailarines y hacedores de danza nos vemos siempre en disposición de lo técnico este proceso nos ha enseñado que podemos ir más allá apelando al compromiso colectivo de disfrutar la danza y el acto creativo como parte inherente al ser humano.

Es necesario también mencionar que tanto la historia de la danza folclórica como el aprendizaje de su técnica es otra de las bases fundamentales de nuestro proceso formativo, pues estamos convencidos de la relevancia del conocimiento de nuestras raíces y el conocimiento de nuestro folclor colombiano. Es por esto que por medio de esta propuesta desarrollamos una estrategia didáctica que busca que cada participante sienta, piense y desarrolle su imaginación creadora, luego de conocer el contexto y la técnica de la danza, el ritmo a través de la lúdica, las técnicas de improvisación, composición y la creatividad como medio de comunicación, de interacción y de expresión de forma intencionada, ofreciendo a las y los danzantes, interpretar e interactuar en su contexto desde la vivencia de experiencias significativas, la apropiación de saberes, de vivencias y sensaciones de arte y cultura enfocadas en el fortalecimiento de capacidades que le aporten a la vida en sociedad.

La experiencia que ofrecemos es una propuesta sensible y exploratoria desde el mundo del arte partiendo de las habilidades para la vida y el enfoque de capacidades como guía orientadora del hacer pedagógico. Estas experiencias se presentan como unos espacios de construcción de conocimiento donde los participantes junto con sus mentores, comparten un espacio en común mediante la orientación, la comprensión, la flexibilidad, el afecto, el disfrute, el goce, la escucha y la reflexión con sentido; buscando restituir tiempo, espacio y cuerpo para emocionar, reconectar y sensibilizar el movimiento como impulso vital-sensible, que permite habitar la vida desde la confianza, la alegría y el autocuidado.

La danza en comunidad es el lenguaje universal que une corazones, rompe barreras y celebra la diversidad, creando un espacio donde todas las personas podemos expresarnos y conectarnos al movimiento con sentido.

10 años sembrando semillas de danza en Medellín

Se puede concluir entonces, que el cuerpo es ese primer territorio que debemos conocer, querer y cuidar, pues es el vehículo que nos permite el contacto, el movimiento danzado desde la libertad, siendo así el paso para hacer presente los sentidos, la imaginación y el pensamiento a través del juego y la lúdica como acciones innatas de un cuerpo que siente y se emociona con cada vivencia, volviendo a conquistar esa capacidad de asombro que se va esfumando a medida que crecemos o nos topamos con determinadas experiencias de vida, dejando salir las emociones que le convierten en un ser único que vibra con sus descubrimientos, sus construcciones individuales y colectivas enfocadas en el cuerpo, que se mueve y se sensibiliza con lo que pasa a su alrededor, lo que le permite convertirse en un constructor de experiencias significativas que mueva sus fibras y nos llena de orgullo exponer nuestra experiencia en la que en estos 10 años Matices Corporación Dancística ha contribuido de manera constante, responsable y sensible a la formación y transformación cultural y social de nuestra ciudad.


Escribe:
Alejandro Rodríguez
– Danzante – Coordinador procesos de formación
Sandra Ximena Zapata Vélez – Danzante – Artista formadora – Pedagoga

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